“Nunca es demasiado tarde para ser la persona que podrías haber sido”-
Trucos
La
albóndiga:
·
Para que las
albóndigas queden más jugosas eche a la masa de las albóndigas un poco de miga
de pan remojada con leche.
La
almeja:
·
Cuando
cocine almejas vivas vigile que se abran. Las almejas que no se abran una vez
cocidas deséchelas, no deben comerse.
La
berenjena:
·
Para quitar
el punto amargo a las berenjenas córtelas en rodajas gruesas, espolvoreándolas
con sal gruesa y vertiendo sobre ellas un poco de leche. Déjelas reposar unos
50 minutos. Escúrralas y séquelas con papel de cocina.
La
carne:
·
Para que la
carne no pierda su jugo y quede seca conviene sazonarla después de asarla o
freírla.
La
ensalada:
·
Para
aromatizar la ensalada frote un ajo partido por la mitad en la fuente o plato
donde vaya a hacer la ensalada. Así dejará un suave aroma.
La
harina y las féculas:
·
Es
conveniente conservar la harina en un lugar fresco y seco en botes cerrados con
una hoja de laurel y con varios agujeros en la tapa.
·
Antes de
utilizarla deberemos pasarla, si es posible, por el tamiz. Nos aseguraremos de
que no se vuelva grumosa y se aligere durante la manipulación.
La
mantequilla:
·
Antes de
utilizar la mantequilla comprobaremos que esté bien conservada para evitar que los
postres tengan como resultado final un fuerte sabor a queso.
·
Es mejor
sacar la mantequilla del frigorífico media hora antes de su utilización
conservándola a temperatura ambiente.
·
Cuando se
requiera fundir mantequilla córtela a pedacitos y colóquela en una cazuela a
fuego bajo sobre una retina al baño maría. Evite someterla a un calor demasiado
intenso.
·
Para hacer
virutas de mantequilla, ésta debe estar muy sólida y fría. Coja una cucharita
de café y mójela con agua tibia. Las virutas saldrán con facilidad. Manténgalas
en la nevera en un bol con agua muy fría.
·
Cuando
guarde la mantequilla en el frigorífico hágalo en un envase herméticamente
cerrado.
La miel:
·
Si la miel
cristaliza, licúela colocando el tarro en un recipiente al baño maría durante
cinco minutos y moviéndolo un par de veces.
·
Para medir
la miel utilice siempre cucharas de metal calentadas previamente.
La
pasta:
·
Para que la
pasta quede más suelta y sabrosa échele una cucharadita de mantequilla. También
puede agregarle una pastilla de caldo.
La
salchicha:
·
Para que las
salchichas no se rompan al cocinarlas es conveniente pincharlas antes de
freírlas y hacerlo a fuego suave.
La
sardina:
·
Para que las
sardinas a la plancha queden más sabrosas es conveniente no quitarles las
vísceras ni las escamas.
La sopa:
·
Para que la
sopa quede más ligera de grasa, una vez fría ponga la sopa en el frigorífico
unas horas hasta que la grasa se vuelva sólida. Entonces, con la ayuda de una
espátula, resultará más facil sacarla.
El
aceite:
·
Después de
cada uso filtrar siempre el aceite para limpiar las impurezas.
·
Para que al
freír el aceite no haga tanta espuma, se pone dentro de la sartén un clavo
grande de hierro nuevo mientras dure la fritura (guardar para otros casos).
·
Cuando la
sartén salpica por tener algo de agua se espolvorea un poco de sal.
El
arroz:
·
Para mejorar
el sabor de una paella de pescado es conveniente verter una cucharadita de
allioli mientras está en ebullición el caldo de la paella.
·
Para que el
arroz quede más ligero es necesario sofreírlo un poco con el sofrito de la
paella y a continuación verter el agua a la paella.
El
bogavante:
·
Cuando le
corte la cabeza al bogavante no tire el juego que suelta, ya que le dará sabor
al plato que vaya a cocinar. La cabeza sofrita con un poco de aceite y un poco
machacada también dará buen sabor al plato que cocine.
El café:
·
Para
conservar bien el café es conveniente mantenerlo cerrado herméticamente en
botes de cristal o latón.
·
Para la
aromatización de los postres emplear siempre café muy cargado.
El
calamar:
·
Para que los
calamares queden más tiernos sumérjalos con leche unas horas antes de
cocinarlos.
El huevo:
·
Para
conservarlo mejor es conveniente colocarlo en la huevera con la punta hacia
abajo.
·
Evite
batirlo en un recipiente o una cuchara plateados porque provoca que se
oscurezca la yema.
·
Para separar
la clara de las yemas, disponga un cuenco de cocina y rompa con suavidad sobre
él los huevos. Separe las dos mitades vertiendo la clara en el cuenco y pase la
yema de un lado a otro de la cáscara. Cuando no quede prácticamente yema,
cierre de nuevo el huevo.
·
Las claras
que no se empleen, deben ser conservadas en el frigorífico en un recipiente
hermético (no más de tres días) o pueden ser congeladas. Si no van a ser
utilizadas lo mejor es tirarlas.
·
Las yemas no
se conservan en el frigorífico más de 24 horas. Para que no se reseque la
superficie es conveniente humedecerlas con agua y conservarlas herméticamente
cerradas.
·
Para montar
una clara de huevo debe estar desprovista de cualquier resto de yema. Como para
batir es necesario separarlas, utilice una cucharita de café para retirar esos
restos.
·
Para que las
claras de huevo queden más consistentes, al batirlas añadiremos dos o tres
gotas de limón por cada huevo.
·
Para que las
claras de huevo batidas a punto de nieve queden firmes, cuando estén bien
cuajadas se añadirá azúcar poco a poco.
·
Para agregar
las claras a punto de nieve se añade primero una tercera parte. Una vez que
están bien unidas incorporamos el resto. Se debe hacer la mezcla con
movimientos envolventes, de abajo hacia arriba, con espátula de goma.
·
Cuando vaya
a cocer los huevos sáquelos del frigorífico 50 minutos antes. Así evitará que
se agrieten.
·
Para pelar
bien los huevos después de cocerlos vierta un buen puñado de sal al agua de
cocción.
·
Una pizca de
sal sobre la clara del huevo le ayudará a montarla de modo más rápido.