jueves, 22 de agosto de 2013

ALMÍBARES

Almibarado de las frutas





Ingredientes
2 kilo de fruta como ciruelas, duraznos, damascos, peras, manzanas, cerezas, frutillas,
ananás e higos. 1 kilo de azúcar en turrones o del común en su defecto, 600 cc. de
agua, jugo de dos limón. Chaucha de vainilla u otros aromatizantes a gusto.
Preparación
Pelar las frutas, cortarlas por mitades, sacar los carozos y las semillas, si tienen. El
ananás se corta en rodajas sin lo duro del centro y en trozos grandes, los higos enteros
y sin cuartear.
Poner todas las frutas en un recipiente preferiblemente de cobre sin estañar,
acomodándolas en su fondo sin encimar demasiado. Agregar la chaucha de vainilla o
clavos de olor, si les gusta.
En otro recipiente verter el azúcar, el agua y el jugo de limón, éste evita la
cristalización del azúcar. Llevar al fuego moderado, revolviendo a cada tanto hasta
que adquiere el punto de "hilo flojo", es decir, cuando con los dedos mojados
tomando un poco de almíbar se verifica que al separarlos se forma un hilo débil y
corto entre ellos.
Verter todo este almíbar arriba de las frutas, llevar al fuego, y dejar cocinar unos
cinco minutos. Enfriar, escurrir el almíbar en el recipiente donde lo hizo y espesar a
fuego suave por unos minutos más.
Volver a verterlo otra vez sobre las frutas poniendo a hervir todo otros cinco a diez
minutos más.
Dejar enfriar y envasar en frasco con tapa a rosca esterilizados. Colocar todos los
frascos en una cacerola con agua tibia hasta que llegue a la mitad del altura de los
frascos. Poner a hervir durante 45 minutos a 1 hora.
Dejar enfriar en la misma cacerola con la misma agua. Luego retirar y guardar en un
lugar fresco con poca luz.
En esta receta hemos almibarado todas juntas unas cuantas frutas, pero solamente
puede emplear las que les agradan o solamente una variedad.
Las frutas abrillantadas
Las frutas tratadas progresivamente con soluciones de azúcar cada vez más
concentradas hasta saturar completamente con el mismo las partes continente agua se
denomina "abrillantada", también escarchada, glaseada o lustrada. La resultado final es
una presentación en espeso jarabe o escurrida y bien seca. Interviene en la elaboración
de confituras, budines, tortas, pan dulces, masas. La fruta que se emplea debe ser de
buena calidad, firme y a punto justo de maduración. Se utiliza sea la cáscara y la pulpa
de la fruta, caso del limón, la naranja, el pomelo, la lima. En el caso de la sandía, se
aprovecha la corteza por tener la disposición de absorber muy bien azúcar por la
porosidad de la misma y si se la colorea previamente es apta para decorar tortas o
helados, siendo muy vistosa. Para empezar el abrillantado de la fruta, ésta debe estar
lavada y cepillada, luego blanqueada, o sea, pasada por agua casi al punto de hervir.
Este blanqueo debe ser rápido, evitando cualquier principio de cocción, pues la fruta se
ablandaría y se deshaciéndose durante el posterior proceso. Otro paso es el pinchado,
hecho con un pincho fino, para ayudar la incorporación del almíbar.
Abrillantado de las frutas
Previamente limpias, blanqueadas y pinchadas las frutas, se empieza con el abrillantado
vero y propio. Son seis etapas, una cada día.
Ingredientes
2 kilos de frutas a elección. 2 litro de jarabe liviano a 32º Baumé.
Preparación
Primer día, primera etapa : Hervir el almíbar suavemente hasta verificar 32º y
verterlo tibio sobre las frutas preparadas y acomodadas en un recipiente de cobre o
acero.
Segundo día, segunda etapa : Colar el almíbar, ponerlo en el mismo recipiente del día
anterior y llevarlo a la ebullición otra vez hasta constatar el punto de "hilo flojo", más
o menos a 34º Baumé y verterlo tibio nuevamente sobre las frutas.
Tercer día, tercera etapa : Colar y hervir otra vez el almíbar hasta el punto de "hilo
fuerte" o a 38º Baumé y verterlo frío sobre las frutas.
Cuarto día, cuarta etapa : Cola y hervir el almíbar hasta el punto algo menos que
"bolita blanda" o 39º Baumé, agregar la cuarta parte en peso de las frutas que en este
momento se tiene y otra vez verterlo frío sobre la mismas.
Quinto día, quinta etapa : Hervir el almíbar colado al punto de "bolita blanda y
verterlo frió sobre las frutas.
Sexto día, sexta etapa : Colar nuevamente el almíbar, hervirlo un poco hasta que
adquiera 39/40º Baumé, agregar todas las frutas y cocinar suavemente durante 10
minutos.
Retirar del fuego, poner cada trozo de fruta sobre rejilla y dejarla secar. Guardarla en
frasco con cierre hermético. También se pude secar al horno caliente y apagado, sobre

rejilla, con puerta semi abierta.

ALMÍBARES

JARABES Y ALMÍBARES




El jarabe puede prepararse en frío o al calor. Con este último método es más seguro en
cuanto a condiciones para la conservación. Si se prepara al calor debe utilizarse una olla
de cobre no estañada o un recipiente de metal que tenga características similares, en
donde se pone la cantidad de azúcar y agua correspondiente al grado deseado (recuerde
que las variables son para jarabe en frío), se lleva a la ebullición y se retira del fuego. Se
espuman las impurezas y se filtra en otro recipiente con un lienzo apoyado sobre su
boca. En este momento final hay precisar que una vez enfriado el jarabe aumentará de
densidad, por dos motivos: primero debido a un porcentaje minino de evaporación de
agua durante la puesta al calor, segundo y por intuición un jarabe frío es más denso que
uno caliente. Por ejemplo, si se midiese con un densímetro el grado en el punto de
ebullición de 30º, una vez frío sería de 34º._
_
La cocción del azúcar_
Enfrentaremos ahora la cocción del azúcar, vera y propia, ayudándonos con una
cantidad modesta de agua. Como verá, llevar el azúcar a cierto grado de cocción sirve
para que se pueda elaborar el mazapán y realizan ciertos trabajos de confitería. En este
proceso el azúcar tiene seis puntos o estado de cocción perfectamente identificables. Y
son: Almíbar liviano, punto hilo flojo, punto hilo fuerte, punto bolita blanda, punta
bolita dura o caramel, punto caramelo fuete._
La operación consiste en colocar en una olla de cobre no estañada, por ejemplo, 500
gramos de azúcar en terrones molidos, 100 cc. de agua fría y llevar despacito a la
ebullición, revolviendo a cada tanto y espumando las impurezas. Agregar una cucharada
de glucosa en pasta para evitar la cristalización del azúcar. La ebullición, suave, provoca
la evaporación del agua cubriendo la superficie con espesas burbujas. En este momento
se inicia la verdadera cocción del azúcar. También es el momento para eliminar las
eventuales impurezas y con la ayuda de una cuchara de madera sacar las partículas
adheridas a la pared y bordes de la olla. Conviene repasarlos con un lienzo húmedo. La
evolución de la cocción desde ahora es más rápida y necesita toda su atención._
La primera fase es el del “almíbar liviano” : Necesita sólo el tiempo de cocción para
que el azúcar se disuelva y se comprueba pasando una gota de azúcar sobre un plato,
tocarla con el índice y el pulgar y si los dedos se quedan ligeramente adherido, habrá
logrado este punto.
La segunda fase es el del “punto hilo flojo” y “punto hilo medio”: Si con el índice
mojado se toma un poco de almíbar y se moja otra vez en agua fría al separarse los
dedos forman un hilo débil y corto.
La tercera fase es la del “punto hilo fuerte”: con el mismo método, si se frotan los
dedos serán más pegajoso y se formara una pequeña bolita.
La cuarta fase es la de “bolita blanda”: La bolita que se forma entre los dedos será de
blanda a consistente.
La quinta fase es la de “caramelo”: Esta vez el índice mojado en el azúcar y
subidamente puesto en agua, se forma una capa sólida que al morderla se pega en los
dientes.
La sexta fase es la de “caramelo fuerte”: un segundo más tarde de la operación
anterior el caramelo se quiebra como vidrio.
Más allá de la sexta fase el caramelo comienza a quemarse y a 215ºC se vuelve negro,

trabajoso para sacarlo del recipiente, humea ….

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