domingo, 10 de febrero de 2013


TEMA 9º.

 EL CACAO.

1.     Introducción.

El cacao es el fruto del árbol del cacao o cacaotero que tiene su origen en la zona amazónica. (La selva amazónica es el bosque tropical más extenso del mundo. Se considera que su extensión llega a los 6 millones de km² repartidos entre ocho países, de los cuales Brasil y el Perú poseen la mayor extensión de la Amazonia, seguidos por Colombia, Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela, Surinam y la Guayana Francesa. La Amazonia destaca por ser una de las eco-regiones con mayor biodiversidad en el mundo).

                                     

En algunas regiones, la recolección del cacao se lleva a cabo durante todo el año, aunque sobre todo entre los meses de mayo a diciembre. En otras partes del mundo, África occidental por ejemplo, la cosecha principal se recolecta entre septiembre y febrero.

  • Guiándose por el color de la vaina y por el sonido que hace su interior al ser ligeramente golpeado, el recolector sabe cuando ha llegado el momento de la cosecha. Tan pronto como las mazorcas maduran, los llamados tumbadores, con una hoz o con un cuchillo especial tipo hoz fijado sobre una pértiga, cortan el pedúnculo de la mazorca, teniendo cuidado de no dañar las flores y los brotes cercanos. Después se corta el fruto con el machete en sentido transversal.
  • Se cortan las vainas sin estropear las semillas. Estas se sacan con un utensilio en forma de cuchara con la pulpa que las rodea, y se disponen en un montón cónico sobre una base de hojas de plátano. Luego se enrollan las hojas de la base y se añaden otras hojas grandes para envolver los montones completamente. Así se inicia el proceso de fermentación, que dura entre tres y siete días según el sabor que ellos quieren.

El cacao o haba de cacao, no puede ser consumido en su estado natural, sino que debe sufrir una transformación y manipulación. Las habas de cacao son similares a un fruto seco: la parte se encuentra en el interior de la cáscara. Su sabor amargo lo convierte en un excelente elemento que combina perfectamente en pastelería.

Las semillas de cacao, antes de elaborar el chocolate, deben tener, como hemos dicho, una manipulación previa de la cual se obtiene pasta de caco. A partir de ahí y una vez que se mezcla posteriormente con azúcar, obtenemos el manjar denominado chocolate. Dependiendo posteriormente de la mezcla de ese chocolate base con otros productos como la leche o los frutos secos, podemos obtener distintas clases de chocolate.

Las habas de cacao se tuestan, se descascarillan y pasan a un molino que calienta el cacao hasta fundir la manteca. Habitualmente en esta operación se mezclan cacaos de diferentes procedencias con la finalidad de conseguir el sabor y aroma adecuados.

 

En el molino, y una vez extraída la manteca de cacao, el producto resultante se va molturando, dando lugar a la pasta de cacao, que se somete a prensado para obtener toda la manteca. La torta resultante se debe triturar y pulverizar hasta obtener el cacao en polvo.

                                   

Por lo tanto para la obtención de un buen chocolate debemos seguir los siguientes pasos:

1º Producir la pasta de cacao: el grano de cacao es tostado, de esta manera se ayuda a desarrollar todas las cualidades aromáticas y el sabor del cacao. A continuación se descascarilla y se muele hasta obtener una pasta suave.

2º Esta pasta es almacenada en forma de tortas algo duras.

3º La pasta de caco es prensada con el fin de extraer la grasa y de eliminar la acidez y amargura del cacao.

4º Por último, se le añade a la pasta de cacao, azúcar en polvo, aromas diversos y se remueve hasta obtener una emulsión correcta. Este proceso es lento y puede durar varios días.

 


 

 

Resumiendo, de las diversas manipulaciones se obtienen los productos que se describen a continuación:

2.     Cacao en polvo.

Procede de la torta de cacao triturada muy fina. Su sabor es muy amargo. Puede ser utilizado tanto para decoración en pastelería y repostería como para la elaboración de los preparados que deban tener este sabor típicamente amargo. Es la base para elaborar buena parte de derivados: coberturas, chocolates, etc.

3.     Manteca de cacao.

Elemento que se encuentra en un porcentaje muy elevado en las habas del cacao. Es un aceite que se desprende durante el proceso de manipulación y, más concretamente, después de la molturación y calentamiento del cacao. Posee una gran dureza cuando se enfría, en cambio, a temperatura de trabajo, da un notable grado de fluidez a las coberturas, que se incrementa a medida que se incrementa la cantidad de manteca utilizada, mejorando la presentación de las elaboraciones. Por ejemplo, el éxito en la elaboración de bombones puede ser el elaborar una capa suficientemente fina como

Fig. Manteca de cacao.


para  que cubra el bombón formando una película. De no tener suficiente fluidez la cobertura, hay que aumentarla con manteca de cacao.

4.     Coberturas.

Las coberturas son, por lo general, de dos tipos: negra o blanca. Las coberturas negras se elaboran a partir de la pasta de cacao, o de cacao en polvo, adicionado de manteca de cacao y azúcar (en ocasiones puede llevar leche). Es preciso tener en cuenta que esta cobertura puede ser más o menos amarga, la que es puro cacao no lleva azúcar. La cobertura blanca se elabora a partir de manteca de cacao, leche y azúcar, pero no lleva adicionado cacao, de ahí su color. En el mercado existen también las llamadas coberturas especiales, son prácticamente la clásica cobertura, pero con la diferencia de que se utilizan grasas vegetales en lugar de manteca de cacao en su elaboración.

La calidad de una cobertura puede venir determinada por varios aspectos, pero cabe destacar el de la molturación muy fina de la pasta de cacao, para evitar que se perciba de forma excesivamente granulosa al paladar. Las papilas gustativas detectan estos granos, por finos que sean y  perciben el aroma excesivamente amargo, cosa que no sucede si ha estado perfectamente triturada la torta. Pero además la operación última y de mayor valor es la del conchado.

 

Fig. Diferentes tipos de coberturas.

 

Este proceso lo inventó el suizo Rodolfo Lindt hacia 1880. Es un proceso de refinación  de la pasta básica de chocolate por medio del cual se mejora y armoniza su sabor y se hace posible su fluidez, el sabor acre del cacao se pierde mediante este proceso.

5.     Variedades principales de cacao.

Los nombres de las variedades principales se han nombrado a partir de sus orígenes geográficos, entre los que destacan 3 tipos:

-         Teobroma criollo: es el más apreciado, supone el 10% de la producción mundial. Se cultiva en Venezuela, México, Nicaragua, ecuador, Colombia y Madagascar entre otros.

-         Teobroma Forastero: es el que mayor porcentaje de producción existe a nivel mundial. Son cacaos más amargos, con unas notas perfumadas a la vez que ligeramente ácidas. Se cultiva en Ghana, Ecuador, República Dominicana, Brasil y Costa Rica entre otros.

-         Trinitario: Procede de una variedad obtenida en la Isla de Trinidad a base de cruzar las variedades criollo y forastero. La planta tiene un rendimiento muy superior a las variedades citadas. Se cultiva básicamente en las mismas zonas que el cacao criollo. Es muy aromático y supone el 20 % de la producción mundial.

 

 

 

 

6.     El atemperado del chocolate.

El Templado, se define como un proceso mediante el cual, se somete al chocolate a varios cambios de temperatura, con el: "fin de provocar la cristalización de su elemento graso."

La manteca de cacao, está formada por cuatro cristales: Gamma, alfa, beta y beta.

Cuando se produce el templado, conseguimos reagrupar, los cuatro cristales mediante la curva de templado.

La curva del templado:

Pasos:

1.     Se fundirá el chocolate, o pasta de cacao o cobertura, a una temperatura de 50/53ºC, con lo que se provoca la fusión, del mismo y la disociación de los cristales.

2.     Luego, se somete a un proceso, de enfriamiento, trabajadlo hasta alcanzar los 28/29ºC, con los que estabilizarán los cristales y luego, recalentamos hasta los 31/32ºC, para a continuación, trabajar con los moldes.

3.     A veces, podremos ver que la curva de templado, puede variar unos pocos grados de temperatura, pero al final cada chocolatero tendrá su formula parecida a la expuesta.

4.     Tu puedes, probar diferentes formulas, pero la básica sería, comenzar con lo que te he explicado anteriormente.

5.     También, debes tener en cuenta cosas importantes, que te las enumeraremos a continuación:

-         Se debe realizar en un atemperador especial de chocolate o en su defecto, en un baño maría, pero nunca al fuego directo o sobre una resistencia eléctrica. Las temperaturas de fundido del chocolate variarán dependiendo del tipo que sea.

-         Debemos de utilizar un termómetro específico que nos indique la temperatura del producto para no pasarnos o quedarnos cortos.

-         El atemperado y enfriado es ideal realizarlo volcando el chocolate fundido las 2/3 partes sobre una mesa de mármol y estirarlo con una espátula hasta que baje la temperatura. Una vez que alcanza la temperatura de enfriamiento, introducir el chocolate al recipiente con el tercio restante y remover hasta alcanzar la temperatura de  atemperado.

-         Si se realiza el fundido del chocolate al baño María, tener la precaución de que no le entre nada de agua durante el fundido.

Diferentes temperaturas según el chocolate a utilizar:

  El chocolate con leche debe fundir a 40 grados C, enfriar a 27º y atemperar a 30º.

  El chocolate negro debe fundir cerca de los 50º, enfriar a 28º y atemperar a 28º.

3º el chocolate blanco debe fundir a 30º, enfriar a 26º y atemperar a 28º.

 

TEMA 11º. LOS GELIFICANTES.

1.      Introducción.

Los gelificantes o gelatinas tienen, por regla general, un origen animal. Son unas proteínas que se obtienen a partir de los huesos, cortezas, cartílagos y tendones de animales porcinos y bovinos, o bien pueden proceder de las espinas o cartílagos de los peces. Otro origen de las gelatinas son las algas o algunas frutas. Conviene tener en cuenta por tanto, el origen de las mismas, ya que algunas culturas, hábitos, dietas o religiones pueden impedir el consumo de algunas de ellas.

Cabe decir también que se las trata convenientemente para evitar que desprendan aromas que pudiesen indicar su procedencia, así se diversifica su posibilidad de utilización. Contrariamente a lo que pueda parecer, estas gelatinas están exentas de grasas, por lo tanto el aporte calórico es realmente bajo e incluso nulo.

Las gelatinas alimenticias que se comercializan tienen distinto poder gelificante o de estabilizar la rigidez del producto a utilizar, por ello es preciso leer atentamente las instrucciones antes de su uso con la finalidad de determinar la cantidad a usar según la consistencia deseada.

Generalmente, las gelatinas se utilizan para dar consistencia a un preparado, actuando como estabilizante, para proporcionar brillo y mejorar su presentación.

2.      Agar Agar. (fig.1).

Es un alga marina, de color rojizo, muy gelatinosa, flexible y resistente; una vez absorbe el agua, forma la gelatina. En el mercado se encuentra fundamentalmente en polvo aunque también podemos encontrarla sin pulverizar. Puede ser una buena alternativa para ser usado en menús vegetarianos.

Para prepararlo, se disuelve en líquido templado y calentar. Es preciso llegar a unos 90 grados o incluso darle un hervor, moldear de forma inmediata, puesto que gelifica rápidamente, a los 60 grados Cº. Esta propiedad de gelificar en caliente es la que le concede cierta importancia, puesto que la mayoría de gelatinas únicamente toman consistencia al enfriarse y ésta resiste bien las temperaturas elevadas una vez que ha reposado.

fig.1

El agar-agar, tiene la característica de poder absorber líquidos en gran cantidad (más de 200 veces su peso). También tiene la capacidad de gelificar zumos de frutas a pesar de su acidez.

 

 

3.      Carragenatos.

El carragenato es un producto extraído de algas rojas de la clase Rhodophyceae. Se usa como gelificante, espesante, emulsionante o estabilizante. Con el tiempo, y debido a la gran demanda de gelificantes, el número de algas que se han utilizado ha ido aumntándose.

La estructura química del carragenato depende del tipo de alga y proceso empleado. Los carragenatos se clasifican según tengan su estructura molecular, y el efecto que provoquen en el producto.

A nivel de hostelería y panadería se comercializan los siguientes tipos:

a)      Kappa.

Se comercializa en polvo, que debe mezclarse con líquido y llevarse a ebullición. Debido a que gelifica rápidamente, permite efectuar napados de productos y puede aguantar temperaturas de hasta 60ºC una vez que ha gelificado. El problema que presenta, igual que la mayoría de las gelatinas, es que pierde poder gelificante en contacto con sustancias ácidas.

b)     Iota.

Esta gelatina una vez mezclada con el líquido en frío, hay que calentarla a unos 80º para que gelifique, dando una gelatina elástica y débil. Permanece estable durante la descongelación de productos que la contengan. También permite obtener gelatinas calientes. Como particularidad cabe destacar que si se agita no llega a quedar consistente, aunque vuelve a forma su estructura después de un tiempo de reposo.

c)      Gellan.

Se presenta en polvo, es un gel firme. Permite preparar gelatinas calientes. El único problema que presenta es que pierde su capacidad gelificante cuando se mezcla en soluciones con abundante sal.

A manera de resumen, diremos que los carragenatos, en sus diferentes variedades se utilizan en multitud de productos de uso común, tanto en la alimentación como fuera d ella:

-          Lácteos (natillas, batidos, yogures, flanes, helados, mousse de chocolate, leche condesada, queso fresco y en cremas).

-          Cárnicos, aves y pescados (salchichas, jamones cocidos, carne de cerdo, pollo, pavo, hamburguesas, gelatinas de pescados, etc).

-          Pastelería (tartas, postres de gelatina, mermeladas, siropes, gominolas, caramelos).

-          Salsas y bebidas (zumos de frutas concentrados, cerveza, sopas, salsas).

-          No alimenticios (pasta de dientes, cosméticos, champús..).

 

4.      La pectina.

Es un gelificante natural que se obtiene de algunas frutas (manzana y cítricos) y que se encuentra en las pepitas y en la piel. Se utiliza como gelatina principalmente para el acabado de tartas de fruta.

La más usada es la pectina de manzana, que suele comercializarse en polvo y se suele utilizar para acabado de tartas y para aportar textura a mermeladas.

5.      Láminas de gelatina. (Cola de pescado). Fig.2

La gelatina se puede presentar en láminas, lo cual facilita notablemente la dosificación.

  fig.2

Es uno de los gelificantes más utilizados en la actualidad. Se comercializa como hojas transparentes y, en dosis justas, aporta una textura cremosa. Para usar esta gelatina, es preciso hidratarla con agua fría durante el tiempo suficiente y a continuación disolverla en el líquido a gelificar, previamente calentado. Remover continuamente hasta que quede perfectamente disuelta y sin formar grumos. Es conveniente que el recipiente tenga doble fondo para hacer el proceso de calentamiento más gradual y regular. Se aconseja que no llegue a hervir el líquido, y a ser posible no debería pasar de los 60ºC. En cuanto esté preparada la mezcla, se pasa a un molde o donde estimemos oportuno y gelificar en frigorífico.

6.      Gelatina instantánea.

Este tipo de gelatina se disuelve perfectamente en agua fría, al no ser imprescindible el calentamiento para su total disolución, se utiliza principalmente para estabilizar pasteles, postres, etc.

Una vez que se ha disuelto en las proporciones adecuados (mirar instrucciones de uso según fabricante) se introduce en el molde a utilizar y enfriar.

 

TEMA Nº 15:

MOUSSES Y BAVARESAS (BAVAROIS).

 

La gelatina se utiliza en la actualidad tanto a nivel doméstico, como a nivel artesanal o industrial. Aumenta la consistencia de los postres, a la vez que proporciona una notable cantidad de proteínas (su cantidad será distinta si es de origen animal, vegetal o industrial). En el tema (tema nº 11) anterior hemos visto los distintos tipos de gelatinas que se comercializan y de dónde se obtienen, en este tema vamos a ver las diferentes versiones de piezas de pastelería que deben su consistencia a la gelatina: mousses, bavaresas y carlotas.

Aunque existen diferencias entre ellas, prácticamente se les denomina de la misma forma:

La Mousse es una especie de espuma ligera que puede ser tanto dulce como salada, son muy típicas las de chocolate que llevan nata o huevo, las saladas se suelen elaborar con mariscos, pescados, verduras o quesos. Mientras que el bavarois es un postre cremoso a base de huevos, que adquiere una consistencia particular debido a la adición de gelatina y nata montada, suelen hacerse con vainilla, chocolate, café o frutas. Y por último la carlota es una bavaroise pero encamisada por bizcocho o soletillas.

 

RECETARIO.

-         MOUSSE DE LIMÓN.

-         MOUSSE DE FRESA.

-         MOUSSE DE FRAMBUESAS.

-         MOUSSE DE CHOCOLATE NEGRO.

-         MOUSSE DE CHOCOLATE BLANCO.

-         MOUSSE DE CARAMELO.

-         BAVAROIS DE VAINILLA.

-         BAVAROIS DE TURRÓN DE JIJONA.

-         BAVAROIS DE AZAFRÁN.

-         CHARLOTA DE AVELLANA.

-         CHARLOTA DE MANZANAS.

 

 

 

 

 

MOUSSE DE LIMÓN.

Ingredientes:

-          Crema de limón.                   600 gr.

-          Limón zumo.                        1 dl.

-          Ralladura de limón.             1 limón.

-          Gelatina.                               8 hojas (16 gr.)

-          Merengue italiano.               200 gr. (Claras 125 g. Azúcar 250 gr. Agua 1dl).

-          Nata 35%.                             ½ litro.

Elaboración:

1º Hidratar la gelatina en agua fría y mezclar con el zumo de limón, la ralladura caliente.

2º Mezclar poco a poco con la crema de limón.

·         Para la crema de limón: Huevos 4 unid. Azúcar 225 gr. Ralladura de limón, zumo de limón 150 ml. Mantequilla 300 gr. Se elabora mezclándolo los huevos, con el azúcar, la ralladura y el zumo. Calentar a 80ªC en thermomix o baño María y enfriar a 50ºC. Añadir la mantequilla en trozos e ir mezclando con la varilla hasta que se resulte una mezcla homogénea. Montar.

3º Añadir el merengue italiano y la nata montada previamente montada. Envolviendo con una pala de abajo hacia arriba.

Podemos con esta mousse rellenar copas, rellenar pasteles o tartas como base para semifríos.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

MOUSSE DE FRESA

 

 

 

 
                INCREDIENTES        
 CANTIDAD
 1
Puré de fresas
400 gr.
 2
Azúcar
250 gr.
 3
Gelatina
10 ud.
 4
Nata semi-montada
750 gr.
 5
 
 
 6
 
 
 7
 
 
 8
 
 
 9
 
 
10
 
 
11
 
 
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15
 
 

APLICACIONES

 MONTAJE
 
 PUNTOS CRITICOS

 

 

                                                                           DESARROLLO
1-Limpiar y triturar las fresas.
2-Poner a rehidratar la gelatina.
3-Calentar parte del puré y disolver la gelatina.
4-Mezclar los dos purés  y el azúcar.
5-Semi-montar la nata y mezclar con cuidado a lo anterior.
6-Escudillar con manga sobre molde deseado.
 
 
 
 

OBSERVACIONES

 
-Se puede hacer mitad nata, mitad merengue.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MOUSSE DE FRAMBUESA.

Receta 1º.

Ingredientes:

-          ½ Kg. de frambuesas.

-          250 g de azúcar.

-          ½  litro de nata para montar.

-          6 claras de huevo.

-          5 hojas de gelatina.

Elaboración:

1º Triturar las frambuesas y hacer un almíbar con la mitad del azúcar.

2º Hidratar la gelatina en agua fría y disolver en el almíbar de frambuesas

3º Montar las claras a punto de nieve y mezclar con el almíbar que habremos enfriado, batir la nata hasta que esté semi montada y mezclar con el resto, dejar reposar en el frigorífico.

4º Mezclar algunas frambuesas enteras.

Receta 2º MOUSSE de FRAMBUESA.

Ingredientes:

-          Leche.                                                250 gr.

-          Azúcar.                                              50 gr.

-          Yemas.                                                 60 gr. (3 unidades).

-          Puré de frambuesa pasteurizado.       500 gr.

-          Hojas de gelatina.                                  7 unidades.

-          Merengue italiano.                             150 gr.

-          Nata semi montada.                           300 gr.

Elaboración:

1º Hidratar la gelatina en agua fría.

2º Hervir la leche.

3º Blanquear las yemas con el azúcar.

4º Verter la leche sobre las yemas y cocer como la crema inglesa (85ºC).

5º Escurrir las hojas de gelatina y disolverlas con la crema inglesa.

6º Añadir a la crema la pasta de frambuesa.

7º Mezclar con cuidado esta crema a temperatura ambiente con la crema y el merengue italiano.

8º Enmoldar y enfriar 8 horas.

Observación: Las mousses combinan crema inglesa aromatizada y encolada, nata semimontada y merengue.

Esta misma receta podría elaborarse sin la crema inglesa, con la idea de obtener un sabor más intenso simplemente eliminando los ingredientes de la crema inglesa y rebajando una o dos hojas de gelatina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MOUSSE DE CHOCOLATE. (Receta 1º).

Ingredientes:

-         Nata 35%.                              150 gr.

-         Cobertura de chocolate.         225 gr.

-         Mantequilla.                             25 gr.

-         Claras.                                    125 gr. (5 unidades aprox.)

-         Azúcar.                                    20 gr.

-         Yemas.                                   5  unidades.

Elaboración:

1º Hervir la nata. Añadir sobre la cobertura de chocolate troceada y mezclar. Añadir la mantequilla cuando esté tibia.

2º Montar las claras con el azúcar. Una vez montado el merengue, agregar las yemas batidas y remover.

3º Añadir el batido anterior poco a poco sobre la base de chocolate mezclando poco a poco envolviendo.

4º Poner sobre copas o el recipiente a servir. Podemos decorar con rodajas de naranja glaseada, guinda roja y teja o barquillos.

Receta 2º. MOUSSE DE CHOCOLATE.

Ingredientes:

-          Nata para montar.                              3 dl.

-          Cobertura de chocolate.                    280 gr.

-          Gelatina.                                            4 hojas.

-          Yemas.                                               6 unidades.

-          Claras.                                                6 unidades.

-          Azúcar.                                              40 gr.

Elaboración:

1º Hervir la nata y retirar del fuego. Añadir la gelatina previamente hidratada y la cobertura. Remover hasta que se funda.

2º Cuando esté tibia,  añadir las yemas de huevo ligeramente batidas.

3º Montar las claras con el azúcar y mezclar el merengue con la mezcla anterior. Llenar los moldes y enfriar.

Observación: Se emplea como relleno de tartas, semifríos y pasteles.

MOUSSE DE CHOCOLATE BLANCO. (1ª receta).

Ingredientes:

-          Cobertura blanca.                   250 gr.

-          Nata para montar.                  400 gr.

Elaboración: 

1º Fundir la cobertura y mezclar con parte de la nata caliente.

2º Montar el resto de la nata y añadir, poco a poco, a la mezcla anterior.

3º Poner en moldes y enfriar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MOUSSE DE CHOCOLATE BLANCO. (2ª receta).

Ingredientes:

-         Leche.                           1,5 dl.

-         Azúcar vainillado.          1 c/c.

-         Cobertura blanca.                   200 gr.

-         Gelatina.                       2 hojas.

-         Nata montada.              400 gr.

Elaboración:

1º Hervir la leche y añadir el azúcar vainillado.

2º Fuera del fuego agregar la gelatina hidratada previamente y la cobertura. Remover hasta que se funda totalmente.

3º Una vez frío, mezclar poco a poco, con la nata montada y poner en moldes en frío hasta que coja cuerpo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MOUSSE DE CARAMELO.

Ingredientes:

-         Azúcar.                250 gr.

-         Nata.20%                3 dl.

-         Yemas.                5 unidades.

-         Azúcar.                20 gr.

-         Gelatina.              8 gr. (4 hojas).

-         Nata 35%.           3 dl.

Elaboración:

1º Hacer un caramelo oscuro con el azúcar (puede añadirse unas gotas de zumo de limón): verter sobre un silpat para enfriar.

2º Hervir la nata y añadirle el caramelo para que se disuelva. Retirar del fuego.

3º Mezclar las yemas con el azúcar, añadir un poco del preparado anterior para disolverlo y unirlo con el resto y calentar a unos 80 grados (la espátula debe naparse).

4º Añadir la gelatina, escurridas e hidratadas y enfriar.

5º Agregar la nata montada.

Se emplea como relleno de tartas y semifríos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BAVAROIS DE VAINILLA.

Ingredientes:

-         Leche.                      ½ litro.

-         Yemas.                    6 unidades o  120 g.

-         Azúcar.                    200 gr.

-         Gelatina hojas.        6 unidades.

-         Vainas de vainilla.            2 vainas.

-         Nata semimontada.  ½ litro.

Elaboración:

1º Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

2º Abrir las vainas de vainilla a la mitad.

3º Hervir la leche con la vainilla.

4º Blanquear las yemas con el azúcar.

5º Verter la leche colada cobre las yemas y cocer como una crema inglesa.

6º Escurrir bien las hojas de gelatina y disolverlas en la crema todavía caliente.

7º Enfriar rápidamente esta crema a unos 20 grados y mezclar con cuidado la nata semimontada.

Presentación:

Podemos utilizar moldes rectangulares en los que pondremos como base bizcocho de cacao, encima la crema  y enfriar unas 24 horas. Poner encima frutos rojos troceados. Se puede acompañar de salsa de naranja.

 

 

 

 

 

 

BAVAROIS DE TURRÓN DE JIJONA.

Ingredientes:

 

Ingredientes para la plancha de bizcocho joconde:

-          Almendra molida.                  250 gr.

-          Azúcar glas.                           100 gr.

-          Harina floja.                             65 gr.

-          Huevos.                                     6 unidades.

-          Claras.                                      8 unidades.

-          Azúcar.                                    40 gr.

-          Mantequilla.                             50 gr.

 

Ingredientes para la bavaroise de turrón de Jijona:

-          80 grs de yema de huevo.

-          50 grs de azúcar.

-          125 ml de leche.

-          Nata líquida.              125ml.

-           Gelatina.                                                                   6 gr.(3 hojas).

-           Turrón de Jijona. (2 tabletas de turrón blando).       ½ kg.

-          Nata semi montada.                                                  4,5 dl.

 

Elaboración:

1º Elaboración de la plancha de bizcocho:

-          En un bol batir las yemas, la almendra molida, el azúcar glas.

-          Batir hasta una perfecta homogeneización. Añadir la harina tamizada y mezcla de arriba abajo con espátula.

-          Añadir la mantequilla derretida poco a poco y batir.

-          Montar las claras a punto de nieve y le vamos añadiendo el azúcar para que se disuelva y mezclar con el primer preparado con cuidado de que no baje el batido.

-          Escudillar en placa de horno y cocer en el horno a unos 200ºC. unos 6 minutos.

 

 

 

 

Elaboración de la bavaroise de turrón:

1º Blanquear las yemas con el azúcar hasta que esté cremosa la mezcla.

2º Poner a calentar la leche y la nata juntas, y cuando comience a hervir, le añadimos las yemas blanqueadas anteriormente poco a poco y batiendo muy fuerte con unas varillas.

3º Dejar cocer sin dejar de remover hasta que alcance los 85ºC.

4º Seguidamente añadir las hojas de gelatina que habremos puesto a hidratar diez minutos antes en agua fría y removemos para que se fundan y se mezclen bien.

5º Añadir a ésta mezcla el turrón bien picadito y mezclar todo muy bien hasta obtener una crema uniforme.

6º Pasar por el túrmix para que quede bien homogénea toda la mezcla.

7º Cuando se encuentre ésta mezcla en torno a los 40 º añadimos la nata semimontada en dos veces: una primera vez para igualar texturas , y la segunda de forma envolvente y con cuidado para que no se nos baje.

Montaje de la bavaroise:

Tanto si se hace en moldes individuales como en molde grande el procedimiento es el mismo.

Con el aro de emplatar recortamos círculos de bizcocho( yo los unté previamente con aceite de girasol (muy poquito) para facilitar el desmoldado).

Ya tenemos la base de bizcocho de almendra. Sobre ella vertemos la bavaroise de turrón hasta llegar al borde del aro de emplatar y alisamos la superficie con una espátula o con un cuchillo.

Metemos a la nevera unas horas, o mejor de un día para otro., y mucho mejor si la tenéis un rato en el congelador, ya que así se desmoldará mucho más fácil.

Decoración:

Decorar al gusto. Podemos hacer con chocolate de cobertura unos crocantes de chocolate y almendra vertiendo el chocolate líquido en cortapastas redondos con papel de horno debajo, y luego cuando empieza a solidificarse ponemos unas almendras fileteadas ligeramente tostadas al horno.  Hay que poner atención pues las almendras se tuestan enseguida.

 

 

 

 

 

“CHARLOTTE” DE AVELLANA.
Ingredientes:
-         Bizcochos de soletilla o melindres.
-         Leche.                                 250 cl.
-         Yemas.                                   6 unidades. (3 yemas).
-         Azúcar.                                 50 gr.
-         Praliné de avellana.            300 gr.
-         Nata semimontada.                3 dl.
-         Hojas de gelatina.                  4 unidades.
-         Glaseado de chocolate.
Elaboración:
1º Elaborar una crema inglesa encolada.
2º Mezclarla en caliente con el praliné.
3º Enfriar la mezcla a 20 grados.
4º Mezclar la nata con la crema con mucho cuidado.
5º Forrar el molde con los bizcochos y rellenar la bavaresa.
6º Napar con el glaseado de chocolate.
Observaciones: El relleno de las charlotas puede realizarse también con una mousse por la similitud entre las elaboraciones.
 
 

 

 

 

 

 

 

CHARLOTA DE MANZANAS.

Ingredientes:

·         12 bizcochos de soletilla.

·         1/2 kg de manzanas reineta.

·         200 gr. de nata montada.

·         100 gr. de azúcar glas.

·         4 hojas de cola de pescado.

·         20 gr.  de mantequilla.

·         Leche o jarabe.

 

 

Elaboración:

 

 

1º Las manzanas, peladas y troceadas, se cuecen a fuego lento con la mantequilla y 100 gramos de azúcar glas.

2ºLas hojas de cola de pescado se lavan y se dejan en remojo en un recipiente con agua templada.

3º Entre tanto, se prepara un molde —preferiblemente desmontable— forrando sus paredes y el fondo con los bizcochos remojados en un poco de leche o pintadas con jarabe.

4º Cuando las manzanas estén cocidas, se pasan por el pasapurés o se trituran y se les añaden las hojas de cola de pescado, removiendo hasta unirlo todo bien.

5º Una vez haya enfriado un poco, se agregan 200 gramos de nata montada, sin dejar de revolver. Entonces, se vierte el preparado en el molde y se introduce en la nevera unas cinco o seis horas, o incluso se deja de un día para otro.

6º En el momento de servir la charlota, se desmolda y, con ayuda de una manga pastelera de boquilla rizada, se adorna  nata montada o manzanas caramelizadas. Si se desea, puede completarse el adorno con cerezas confitadas.

 

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